Ira Lupu: combatiendo los estereotipos con una cámara

Una cámara es un arma bastante inusual. Pero, es la pieza preferida de Ira Lupu para crear conciencia social, normalizar temas tabú y generar una mejor comprensión de las personas que viven al límite. “A algunas personas les gusta crear su realidad”, dice Ira. “Pero, me gusta enfrentar la realidad y los milagros que hay en ella”.

Hace 3 años, Ira Lupu consiguió una beca para estudiar en el Centro Internacional de Fotografía de Nueva York. Un año después, tomó la decisión de instalarse en Nueva York permanentemente. Ahora, es fotógrafa, artista multimedia y escritora establecida que publica historias en el New York Times y organiza sesiones fotográficas, además de exposiciones de moda.

La fotógrafa Ira Lupu es tan colorida como las personas en su sitio web: valiente, sobresaliente, motivada y desafiante contra los estereotipos. El papel de una fotógrafa documental alternativa le sienta bien porque siempre ha querido contar historias que rompan tabúes por medio del lente de una cámara.  Sin importar que sea acerca de minorías sexuales, salud mental o belleza poco convencional, Ira Lupu les da una oportunidad a todos. Es una de las cosas que más la caracterizan.

“Yo no elegí la fotografía”

Ira empezó a tomar fotos en 2007. Su novio no quiso que continuara, por lo que se concentró en escribir. A través de la escritura, Ira conoció fotógrafos. 

Su avance se produjo en 2016 mientras ayudaba a Yelena Yemchuk, una famosa fotógrafa ucraniano-estadounidense, pero Ira cree que 2015 fue la verdadera cima. “Hice mi primer proyecto consciente en 2015. Siento que estuvo muy conectado con el primer capítulo de la guerra en Ucrania. Dio la casualidad de que, como escritor, me di cuenta de que no me quedaban palabras para expresarme”. 

La fotografía ayudó a Ira a sobrellevar el comienzo de la guerra en su país. En lugar de contratar a un fotógrafo, comenzó a tomar fotografías para proyectos periodísticos. “Es extraño, pero se siente como si estuviera destinado. No elegí la fotografía, pero la fotografía se fue consolidando poco a poco en mi vida, ella llegó a mí”, explica.

Ira tiene un extenso portfolio que cubre identidad sexual, estilos de vida alternativos, censura y muchos otros temas. En 2016, decidió que su trabajo necesitaba una representación en Internet adecuada, y ahí fue donde intervino Hostinger.

“Para mí, el sitio web es una lo que te representa. Hace poco, hice algunos trabajos de moda comercial. Pero también estoy enfocada en mis proyectos de arte, y no estoy interesada en impulsar mis trabajos de moda. Instagram muestra lo que hago y hacia dónde va la mayor parte de mis ideas/pensamientos. El sitio web se parece más a mi cara. Estoy muy contenta con mi aventura con Hostinger. He estado con ustedes desde el comienzo de mi sitio web”.

Un rostro humano

El objetivo principal de Ira es desafiar los prejuicios de las personas. Mientras estudiaba en Nueva York, se dio cuenta de que la gente tiene percepciones distorsionadas de Europa del Este. “Tuve que hacerle frente a muchos estereotipos sobre las mujeres ucranianas ‘fáciles’. Una vez en un club, una mujer estadounidense me dijo de frente: ‘Oh, eres ucraniana. Escuché que las mujeres son ‘fáciles’ allí.’ Pasaba todo el tiempo”. 

Ira asegura que la identidad femenina de Europa del Este a menudo es malinterpretada. Dice que ciertas condiciones hacen que las niñas piensen en sus cuerpos como una fuente de ingresos o una herramienta para sobrevivir. En su opinión, esto está más allá de la burla.

En lugar de negar la existencia del trabajo sexual, Ira decidió pintar una imagen más realista de la trabajadora sexual en Internet. Uno de sus proyectos toca la vida de las cam girls en Ucrania. Si bien el proyecto al principio comenzó como una representación de cam girls, se convirtió en un medio para discutir las identidades virtuales de las personas, las vidas dobles y cómo se mide contra nuestra humanidad. “El arte permite un nivel de complejidad imposible en el periodismo directo. Ni siquiera tengo una sola foto de cam girls haciendo su trabajo. Quería profundizar en la psique humana, no solo en las imágenes de los cuerpos que se ganan la vida”.

Ira no busca complacer a la gente con lo que hace. Es consciente de que mucha gente juzgará sus fotos en términos de estética, pero la ambición de Ira no es retratar la belleza convencional. “No afirmo que mis imágenes sean hermosas o perfectas. Pueden ser hermosas para algunos y no hermosas para otros. Pero, si ayuda a consolar a alguien, estoy feliz y me conformo con ello. Y si es perturbador para algunos, también es bueno”.

La guerra trae nuevas perspectivas

Si bien la vida profesional de Ira va bien, no puede evitar pensar en la guerra en curso en Ucrania. La mitad de su familia escapó a Rumanía, pero la abuela de Ira no pudo mudarse por motivos de salud, por lo que su madre se quedó en Odesa. 

Un día antes de que empezara la guerra, el New York Times publicó las fotos de Ira de ucranianos en Nueva York. El plan era traer un punto de vista nativo a los temas ucranianos, por lo general, cubiertos por periodistas extranjeros. 

Ira ahora trata de ayudar a los ucranianos creando conciencia y ayudando con donaciones. También está trabajando en una exhibición de recaudación de fondos en Nueva York dedicada a artistas que trabajaron en Ucrania, y los principales medios de comunicación ya se están dando cuenta del evento. También, participará en una exhibición en beneficio del Fondo de Respuesta al Patrimonio de Ucrania.

Una exposición ucraniana en Nueva York parece un sueño hecho realidad. Ira solo desearía que fuera en otras circunstancias…

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